Hace unos días, navegando y visitando webs de Aikido de todas las formas y variedades, encontré una web estadounidense, en la cual había algo diferente, de actualidad. No se refería a nada técnico o filosófico referente al Aikido, sino a problemas reales como lo sucedido en septiembre del año pasado en USA.
En dos de estas paginas hay artículos referentes a los sucesos acaecidos en ese país que toman postura sobre lo acontecido desde una visión aikidoka. ¿Qué actitud y que respuesta hay que tomar sobre lo sucedido en momentos tan delicados y sumamente dolorosos?
Me aguijoneó la curiosidad y quise conocer la opinión de forma directa de los compañeros aikidokas estadounidenses ante la reciente situación vivida.
Las opiniones vertidas en esta web por Koichi Kashiwaya, Instructor Jefe de la Ki no Kenyukai en USA, y de otros instructores son coherentemente expresadas, según mi opinión, haciendo una propuesta de aplicación práctica de la filosofía del Aikido en tan dura situación. Mantener la calma y sacar de si mismos la fortaleza interior para no caer en una falsa justicia vengativa y ayudar a la gente directa o indirectamente afectada, a no caer en un estado depresivo, hacer el bien en secreto (intoku). Meditar la causa de los orígenes de la situación padecida, el origen del odio y como llegar a actuar correctamente, sin conflicto con el principio de la no-discordia para llegar a conocer la Paz.
Esta lectura me recordó otra de un antiguo libro del viejo Maestro de estos instructores, K. Tohei. El capitulo del libro decía así: DERECHO NO ES FUERZA, “Aunque es recomendable que un instructor enseñe fortaleza a sus alumnos, esta fortaleza no debe ser su objetivo principal. Esta actitud de que fuerza equivale a derecho no es encomiable. A medida que aumenta el número de personas en el mundo que creen en la fuerza, así aumentan las guerras. En el Aikido, en que la meta es la unificación de cuerpo y espíritu y la perfección de la personalidad humana… Si intentamos demostrar fortaleza despertaremos resentimientos. No estaremos enseñando el principio de la no disensión sino la teoría de la lucha. Los estudiantes perderán el deseo de buscar el Aikido correcto y desearán sólo la fortaleza física.” Palabras que dictadas por el sentido común y la sabiduría ilustran la historia de las relaciones interhumanas.
La lectura de estos artículos es recomendable, no tan sólo por el simple conocimiento de como otros afrontan un hecho que nos es cercano y con el cual nos sentimos identificados al ser una sociedad muy cercana a la nuestra, como motivo de meditación, poniéndonos en su lugar. Como aplicar en la vida real los principios de Aikido que diariamente aprendemos en una situación tan dura y extremadamente difícil, a la que todos estamos expuestos.
Se nos puede plantear en cualquier momento un conflicto de cualquier índole y proporción, nadie esta fuera de peligro, ya que desafortunadamente unas situaciones tan dolorosas e impactantes como la sucedida en Nueva York han ocurrido en otros lugares, incluso de mayores proporciones en diversas épocas y en dispares puntos de nuestro planeta azul; todas ellas en las que los seres humanos tan sólo podamos avergonzarnos. Pero también podría ser una situación accidental, que comprometiera nuestras vidas o la de nuestros seres queridos, el cómo resolver o superar esa situación desde el Aikido es la cuestión.
Hablar y filosofar sobre Aikido cuesta poco pero hacerlo efectivo, poner en uso aquello que decimos, el ser coherentes nadie nos garantiza que lo seamos por tener este o aquel título, nada hay garantizado, sólo la duda esta garantizada lo cual nos supone el estar en continuo entrenamiento, el controlar nuestro ego.
Una vez escuche decir a K. Ueshiba que el Aikido tiene mucho que ofrecer al mundo, esa búsqueda personal, ese entrenamiento físico y espiritual ha de estar al servicio de un mundo mejor. ¿Lo conseguiremos?
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Josep M. Ramón
Instructor del grup ‘Ki Aikido Valencia’
Fuente: www.aikidovalencia.es
martes, 12 de mayo de 2009
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